Lo que 2010 debe llevarse

La maldad; la mentira; la inseguridad; la desconfianza; el abuso; la miseria; la indolencia; la ineficacia; las rabietas; el ardid; la imposta; el huracán; la prisa; el estrés; el desempleo; la apariencia; el ego; la falacia; el exceso; la desverguenza; la sordidez; la anarquía; el miedo; el conformismo; la basura; la tontería; el abuso; el egoísmo; la venganza; el olvido; la memoria; la suciedad; el quietismo; la turbulencia; el daño; la pesadilla; el temblor; la fiaca; el marketing; la blasfemia; la rabia; el desazón.

Justificaciones

Justificamos para que la consciencia pueda respirar.
Se justifica al otro en razón a la necesidad que cubre.
Cierto que hay múltiples circunstancias que deben analizarse al calificar la conducta del otro; ese análisis es sensato, pero qué hay cuando ninguna razón argumenta un comportamiento dañoso.
Simple: no se justifica.
Al no justificarse, se centra, se alinea a la izquierda, a la derecha, qué importa el lugar, la idea es no dejar que ocurra de nuevo.
Las personas que actúan sin justificación tendrán un lugar ardiente en el infierno: tercer recinto, noveno círculo.
Mientras llegan, será la consciencia su área de castigo (dixit Valdano).

Lábaro de identidad


Los labios de las diosas expelen flores [Botticelli pinta a una Cloris que exhala rosas, como prueba de su origen bucólico; ‘La Primavera’, 1478]; los seres humanos que contamos con la magnífica capacidad de comunicarnos a través del lenguaje oral, emanamos palabras construidas en el pensamiento; otras provienen de las vísceras, pero esa es otra historia.
Se trata de una materia más próxima a la invisibilidad que al hueso, más cerca de los hálitos que de los sólidos pero, con todo, de una entidad maciza. Vivimos en un mundo sonoro, por lo que los sonidos son altamente significativos.
Como un lábaro de la identidad, la voz puede ser decisiva en el teléfono o en la relación cara a cara, posee la influencia suficiente para rectificar, aberrar o confundir la impresión. Su fuerza para cautivar supera, en ocasiones, la apariencia física.
La voz huele, presiona, figura, seduce y muestra. Todos los sentidos se juntan en la voz que indica con su penetración o su acogimiento, la existencia de un hábitat inhóspito o milagroso, cálido o tajante, balbuceante o exterminador.
La voz… remonta o empaña.

Silencio en cinco movimientos

1° En la India antigua los discípulos de Sancara le preguntaron cuál era el gran brahmán, -la mayor sabiduría-; el sabio maestro calló, preguntaron por segunda vez y calló también, insistieron nuevamente, y entonces Sancara exclamó: ¡Os lo estoy diciendo hijos, el gran brahmán es el silencio.
2° El silencio es puerta que se abre, y también puerta que se cierra. Así como puede ser el más elocuente de todos los discursos, puede significar grave ofensa. Una estrofa escrita por Atahualpa Yupanqui dice: “...le tengo rabia al silencio por lo mucho que perdí; que no se quede callado quien quiera vivir feliz...”
3° El 22 de abril de 1915, las tropas alemanas utilizaron gases en combate. El cloro fue liberado silenciosamente en formas de nubes que flotaban con dirección a las posiciones enemigas. 5,000 muertos. La "guerra silenciosa" había empezado.
4°. Según la mitología griega en un principio solo existió el caos. En el vacío exterior apareció Erebus, el ignoto lugar donde muerte y noche habitan. Todo allí, refiere Hesiodo, era hueco, silencio, infinito, oscuro. Entonces nació el amor (Eros) hijo de Erebus y Noche, con él llegó el comienzo del orden.
5°. Ante la profanación desorbitada de la palabra hueca, el ser humano está buscando refugio en el silencio. El silencio del amigo nunca asusta, pero sí el de alguien que se le conoce superficialmente. No obstante, romper el silencio cuando las circunstancias así lo reclaman, más que un acto valeroso es una actitud humanitaria que reivindica nuestra dignidad.
El silencio es lo cardinal: el punto es saber cuándo establecerse y cuándo  romperse.

Las redes sociales (el nuevo potlatch)

Octavio Paz describe la institución del ‘potlatch’, como aquella donde los kwatiuth de América del Norte intercambian dones y regalos. El valor de esas placas de cobre depende del número en que la moneda haya figurado.
Este fenómeno, como otros, son proyecciones de la sociedad.
Las redes sociales de nuestro tiempo no se diferencian de aquellas.
En Facebook y Twitter, por ejemplo, importa a la mayoría tener un elevado número de seguidores o contactos. Esto implica un trabajo constante en la red que despierte la atención de los demás y lograr que se anclen.
La donación de reflexiones propias o de otros, links, humor o noticias son valores de nuestra contemporaneidad porque se trata de  información, la esencia de nuestro tiempo; esa donación recíproca posibilita la relación entre unos y otros.
Igual era en tribus ancestrales, con la diferencia de que ellos intercambiaban utensilios o productos.
Somos los mismos en todas épocas, porque respondemos a la historicidad del ser humano: lo social.

Década 1. Siglo XXI.

La primera década del siglo XXI a días de bajar la cortina.
Transitamos de un siglo a otro con gran estridencia: muchas expectativas del tiempo por venir. A diez años ¿estamos igual, peor o mejor?
Este tiempo se identifica con la implantación de la fase absoluta de la globalización.  Nos ha quedado claro que el ámbito no es sólo de tipo económico, está inevitablemente ligado a fenómenos tales como la desaparición de las fronteras geopolíticas y la disipación de las barreras culturales que, hasta la aparición del internet, eran claramente definibles.
Recién estrenado el siglo ocurren los atentados del 11 de septiembre de 2001, que causaron la muerte a cerca de 3000 personas y heridas a otras 6000, así como la destrucción del entorno del World Trade Center en Nueva York y graves daños en el Pentágono en el Estado de Virginia; episodio vinculado a la guerra de Afganistán. El mundo, al día siguiente, jamás fue el mismo.
En 2004 otro acto terrorista en los trenes de la red de cercanías de Madrid, España pusieron al mundo de luto. La sentencia de la Audiencia Nacional atribuyó su autoría a miembros de células o grupos terroristas de tipo yihadista.
La debacle económica, originada en Estados Unidos, sentó sus reales en todo el mundo. Entre los principales factores de la crisis estarían los altos precios de las materias primas, la sobrevalorización del producto, una crisis alimentaria mundial, una elevada inflación planetaria y la amenaza de una recesión en todo el mundo, así como una crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados.
El cambio climático fue tomado en serio, por primera vez hay una consciencia pública general sobre un peligro de nivel mundial.
Las consecuencias del deterioro ambiental originaron grandes tragedias, como el tsunami de Asia que dejó 225,000 muertos; en México: Tabasco, Veracruz, Michoacán, Quintana Roo, por nombrar algunos sitios castigados por el clima alterado por todos nosotros.
Plagas extendieron su manto sobre el mundo: el SIDA, el SARS, las gripes aviar y porcina y el virus H1N1. La respuesta mundial para paliarlas fue bien llevada.
Wikileaks enseñó la lección: el mundo es una coladera.
Los grupos criminales han mostrado las cuarteaduras del sistema: incontenibles ante la falta de unidad.
China muestra que la calidad no es lo suyo, pero vende.
En el rubro de familia, la diversidad y apertura social caracterizó el decenio. En materia de violencia familiar se tolera menos, lo que permite un ejercicio de la dignidad, principalmente en mujeres, más pleno.
En factor de tecnología, la década fue pletórica; las comunicaciones se vieron altamente favorecidas, hay tanto artilugio que deja a los sueños en asombro; las redes sociales han posibilitado la fuerza de la unión de voces a modo de un periodismo ciudadano; lo digital es un símbolo de nuestro tiempo.
En salud los grandes avances científicos devuelven el hálito a millones de personas alrededor del mundo. En esta década la ciencia hizo posible que se viera luz al final del túnel en lo que se refiere al cáncer, principalmente.
En materia de estética, la ciencia ha contribuido a reforzar la confianza a mujeres y hombres incómodos con sus cuerpos y rostros. Estados Unidos, México,  Argentina y España son países donde la gente muestra peculiar deseo de lucir joven.
La línea de la decoración encuentra en este decenio el interiorismo ‘low cost’, colorido, accesible a todos los bolsillos y adaptado a espacios reducidos.
El entretenimiento se centra en la música en formato digital; la música en directo al alza. En literatura triunfan los best-seller conspiratorio-históricos, detectivescos o juveniles. El sector audiovisual se ha escindido en dos vertientes muy diferentes. Las grandes superproducciones llenas de efectos especiales y en tres dimensiones han conquistado la pantalla grande, mientras las series de alta calidad han sido las grandes protagonistas de la televisión.
Un mundo líquido, sugiere Zygmunt Bauman. Un mundo plano, apunta Friedman.
Un tiempo despeinado, concluyo. De hecho, no tenemos la certeza si la década termina en 2010 o fue el año anterior.
Pero seguimos acá, con el espíritu entero que apunta a ‘otro mundo es posible’. Es bastante.

(Último artículo de 2010, publicado el jueves 16 de diciembre, La Voz de Michoacán)

La foto del año

Silva-Herzog Márquez comenta sobre esta fotografía en su blog, que es la foto del hombre del año: "un enjambre de reporteros a sus pies; arcos en llamas detrás y, a su lado, una mujer que lo idolatra. A lo lejos, un policía expectante. Él mira condescendiente".
Creo que Julian Assagne hizo que el mundo se sacudiera en 2010; mostró lo líquido que es, lo susceptible, lo enrarecido, lo escandaloso.
Los cabellos de Assagne se mantienen en su orden, mientras un mundo despeinado lo ve.
La foto la captó Reuters.

¿Y si fuera así?


¿Y si fuera él?
La certeza de la completitud es tan complicada, como bordear la luz del horizonte con los ojos cerrados.
Existen espejismos que casi convencen,  se acercan tanto a la idea, pero algo ocurre y… no.
Así es que se decide vivir con lo que hay, dejando los aspectos más profundos en aislamiento.
Esta ‘Canzione’ define la búsqueda que ella le pide al amigo, con una rotunda recomendación al cierre: ¡díselo seriamente, y si se queda indiferente, es que no es él!
En un mundo paralelo, del lado sur del corazón, en territorio de sueños y fantasías, puede que se tenga la fortuna de saber/sentir que un él existe, con cercanía y tacto perenne.
¡Qué vida!


Condensación

En una gota se muestra la mañana condensada.

De amores y amigos por la red

Era 1999, y Manuel Vicent (El País) escribía:
“En la vida ordinaria las parejas se enamoran de fuera hacia adentro. Primero se interpone el cuerpo y después con un poco de suerte llega el alma. Pero cada día son más las parejas que se relacionan por primera vez por medio de Internet. En este caso, al contrario que en la vida ordinaria, el amor se desarrolla de adentro hacia afuera. Alguien lanza un mensaje anónimo a la red, con un nombre supuesto. A este reclamo acude desde el otro lado del planeta una internauta y en la pantalla del ordenador se produce un primer contacto entre dos almas desconocidas que empiezan a ofrecerse datos de su espíritu: deseos, fantasías, falsos sueños, promesas imaginarias, aspiraciones de belleza, todos esos materiales con que se fabrica una gran pasión. El cuerpo no ha intervenido todavía”.
Después de narrar un vínculo entre dos personas de puntos alejados, cierra Vicent diciendo: “La sorpresa que se llevaron fue la contraria que se produce cuando alguien, fuera de Internet, se enamora de un cuerpo espléndido y se encuentra con un alma idiota”.
La mayoría pensamos que los vínculos por la red son insubstanciales y, por ello, difícilmente pueden conducir a amasar una relación sólida de amor o amistad. Preferimos tocar, oler, escuchar, probar el sabor en viva experiencia.
Descubro, sin embargo, que lo que dice Vicent es en parte cierto porque, en el caso de las redes sociales, Twitter en específico, uno se va vinculando a personas que tienen semejantes predilecciones; así se van tejiendo amistades hermosas que se antojan para que acompañen el resto de la vida.
Las labores de hoy en día, tan estrechamente ligadas a la computadora; la inseguridad de la calle; la falta de tiempo para cruzar la ciudad y tomarse un café con ese antiguo amigo o amiga, están enfilando a descubrirnos en otro escenario.
Hemos de sacar lo mejor de cada tiempo, y si la pauta es electrónica, por las razones citadas, quedémonos con un pie en la tierra y otro en el espacio.
En el amor, creo en la convocatoria del roce cercano.

"Estoy viva..."

Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.
No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.
Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.
Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.
Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.
Gioconda Belli
(Managua, 1948)

¿Por quién doblan las campanas?

Campanas en las iglesias, escuelas, hogares, unas llaman a orar, otras al recreo o a comer, pero existen otras que convocan a reflexionar. José Saramago, con motivo del Foro Mundial Social celebrado en Porto Alegre, señaló: “Hace más de cuatrocientos años en una aldea de los alrededores de Florencia, un campesino hizo sonar la campana de la iglesia melancólicamente, como cuando muere alguien, pero nadie que tuviese nombre y figura de persona había muerto. Era por la justicia. […] Esas campanas nuevas cuya voz se extiende, cada vez más fuerte, por todo el mundo, son los múltiples movimientos de resistencia y acción social que pugnan por el establecimiento de una nueva justicia distributiva y conmutativa. Urge, promover un debate mundial sobre el derecho a la felicidad y a una existencia digna, sobre las miserias y esperanzas de la humanidad”. El campesino de Florencia, -dijo Saramago en su intervención-, acaba de subir una vez más a la torre de la iglesia, “la campana va a sonar. Oigámosla, por favor”. 
No se pueden dejar de mencionar las del escritor inglés John Donne, quien  en 1623, dio a conocer varios textos bajo el título “Devotions upon emergent occasions”. En el apartado XVII se encuentra la frase de la cual Ernest Hemingway tomó el título de su obra más leída. Donne escribió: “¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?, ¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?, ¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?, ¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo? Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra […] la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas, doblan por ti”.
En el año de 1940 se editó por primera vez la novela de Ernest Hemingway, “Por quién doblan las campanas”, cuyo título deviene de aquel verso del citado escritor inglés. Con una expectativa nueva Hemingway analiza el comportamiento humano, especialmente, la parte de aquel que corresponde a valores como la solidaridad, utilizando la vía de la guerra, las injusticias y las equivocaciones. Tres años después, la novela de Hemingway fue llevada al cine  bajo la dirección de Sam Wood. 
Las campanas son insignia de convocatoria, de adhesión. Cuando las campanas suenan, representan, hoy más que nunca, ese emplazamiento a la solidaridad humana, al cual todos debemos sentirnos convocados. Siguiendo la frase de Donne, “no hay que mandar preguntar por quién doblan las campanas...  están doblando por ti.”

Amanecer

«Rojo amanecer», «Del crepúsculo al amanecer», «Distinto amanecer», obras todas del séptimo arte, han centrado sus respectivas historias en esa hora en que aparece la luz del día; momento en que el sol descubre las esquirlas de la violencia; la fiesta del trasnochado, apresurándole los pasos a su cama; en que el albañil inicia camino a la obra; la mujer pone el agua del café a calentar y el escritor cierra el cajón de sus apuntes.
Alba, aurora, maitinada, amanecer, alborada, crepúsculo matutino, son sólo algunos nombres que bautizan ese mágico momento donde clarea, despunta el día, raya el sol, rompe el día, se abre, es temprano, hora de la fresca, la niebla, el momento en que Dios ayuda, se coge la verbena, la primera luz.
Quienes se dan tiempo, por la mañana, de asomarse a la ventana y mirar el cielo, los árboles, sintiendo la magia, no sólo de la naturaleza, sino en la posibilidad de tener un nuevo día, un nuevo tiempo en sus vidas, saben lo representativo que es ese fragmento del día.



'Presunto Culpable', un filme que redirecciona

El largometraje 'Presunto Culpable' [a estrenarse en salas de Cinépolis de México el 18 de febrero de 2011, dentro del contexto del programa de documentales 'Ambulante'] deja pasmado a cualquiera.
Nuestro sistema de justicia, bordado en principios que se han ido desmoronando con el paso del tiempo, ofrece una investigación casi nula en los delitos que se cometen; en ese entramado se erigen juicios injustos, donde la presunción de inocencia es un mito.
La historia de Toño que constituye la medula del documental es un botón de muestra; hay muchos más Toños, Carlos, Lauras, Jacobos, Marisas, Javieres injustamente procesados o cumpliendo una pena de prisión que no les correspondía.
Layda Negrete y Roberto Hernández, investigadores del CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas AC) han contribuido a quitar un velo y mostrar una realidad de México que urge cambiar.
El nuevo sistema de justicia, que varios estados han empezado a implementar, contribuirá a respetar principios que deben regir un verdadero estado democrático y de derecho.
Otro mundo es posible... y todos podemos hacer algo.
El link del proyecto: presuntoculpable.org

¡No a los cohetes!

1. Son muy molestos
2. En estos tiempos violentos asustan, porque se asemejan a disparos de arma de fuego.
3. Son peligrosos para quienes los accionan; también para quienes están cerca; para quienes los trasladan, guardan, etc.
4. A los perros les desagradan porque lastiman sus oídos.
5. Contaminan.
6. No tienen sentido ya; estamos en la era de las comunicaciones.
Los de pirotecnia llenan los ojos y las molestias se reducen en aras de la fiesta de luz, pero los cohetes secos, de humo ruidoso, para qué.
¡No a los cohetes!

La king size

Los fabricantes de camas un día se dieron cuenta que un individuo necesita más que un matrimonio para dormir bien… inventaron la king size.  La queen size fue un sueño incompleto del rey.

La Vita è Bella


Después de días incendiarios, con olor a pólvora, el corazón trémulo y la indignación de emblema, el remanso del fin de semana: el amor en todas sus expresiones; el descanso; el tiempo al desgaire.
A pesar de todo: la vida es bella.

Los cipreses de Van Gogh

Árbol sagrado entre numerosos pueblos; gracias a su longevidad y a su verdor persistentes. Común en los cementerios por su símbolo de flama.
El cielo y la tierra unidos en su distintivo.
En la China antigua se creía que la resina del ciprés permitía, si uno se frotaba con ella los talones, andar sobre las aguas. Volvía el cuerpo ligero.
Perfumado, de madera incorruptible como la del cedro. En heráldica, simboliza elevados y nobles sentimientos.
Van Gogh los pintó en más de 40 cuadros; en una carta dirigida a su hermano Théo en junio de 1889, mencionó: “Los cipreses me preocupan siempre [...] porque me sorprende que nadie los haya hecho todavía como los veo yo.”
He plantado mi árbol predilecto en casa y, ahí va.

Creencias y costumbres

Creemos lo que aceptamos: idea o hecho.
Nos acostumbramos a lo que es tradición o repetición.
El mundo que nos contiene, en el que permanecemos atraidos a la tierra por efecto de ley física, va dotándonos de elementos en que creer o negar, es nuestra nuestra reflexión la que elige una u otra situación.
En la costumbre no hay modo de zafarnos fácilmente porque la inercia es poderosa; se necesita más que voluntad.
El enturbiado tiempo que nos toca vivir ofrece dos caminos: seguir la turba indolente o pintar la raya.
Pintar la raya es bajarse del vagón, indignarse con lo que no forma parte de nuestras creencias y hacer algo.

Morelia, la continuamente zaherida

Quienes vemos en Morelia la ciudad-casa que nos contiene a diario; la ciudad-origen que nos ha despedido con pañuelo blanco, esperando a que volvamos; o, la ciudad-destino, que acoge gentilmente a quienes transitoriamente la visitan, no podemos dejar de amarla.
En los últimos años, la hermosa Morelia, patrimonio de la humanidad, es escenario de violencia dura. La tranquilidad de sus moradores ha pasado a ser objeto extraviado.
Grupos armados de ambos bandos van y vienen por las calles. Sus encuentros son de pólvora, y siempre ciudadanos ajenos a la ilegalidad y su combate, terminan atravesados por el fuego.
Morelia y sus moradores merecemos paz.

Tiempos líquidos

                                                                                                      
Se derrama sobre nuestra piel y conciencia la característica del tiempo que vivimos. Caminamos húmedos.
Uno de los mayores aciertos de la sociología moderna es llamarle ‘tiempo líquido’ a este estadio; expresión acuñada por Zygmunt Bauman.
De las armazones fuertes y pesadas (piénsese en construcciones, vehículos, formalidad de las relaciones, lentes y cacerolas), a lo liviano, casi sin alma: renunciar al pensamiento, aceptar el abuso del poder, la inseguridad ciudadana, lo volátil de las relaciones personales.
El marketing hoy dice qué es lo que dota de felicidad al mundo: poseer objetos lindos, como un Blacberry en armonía con un Nextel, una Mac, un Audi, un abrigo Moschinno, un bolso Prada, un iPad, un reloj Classic Fusion de Hublot, en fin.
Mucha gente lo cree y siente su poderío con tan sólo eso; mientras no despierten del vaivén que proporciona su cama de agua, todo estará bien.

Los sueños se cumplen

Dicen que todos los sueños se cumplen, quizá no en quien los ha soñado, pero sí en otros. No hay un solo sueño por cumplir. ¿Que quisiste escribir una obra maestra? La historia de la literatura está llena de obras maestras. ¿Que habrías dado la mano derecha por ser un gran pintor? La historia del arte está llena de genios. Dicen muchos: ¡jamás pensé que me convertiría en actor o en arquitecto o en cómico o en obispo! Sin duda, fueron sueños de otros que se cumplieron en ellos. Eso alivia, para que, en todo caso, no se queden los sueños por ahí, atorados en las ramas de un arbol, aplastados por las llantas de un automóvil.

Simbiosis

¿Las computadoras nos parodian o, somos nosotros los que cada vez nos parecemos más a ellas?
Pensemos en la lap-top, que nos sigue como el perro en el jardín.
En sus extrañas lleva más documentos de los que cabrían en un inmenso baúl; más fotos de las que cabrían en 12 cajas de zapatos; más música de la que podría almacenarse en 300 cintas.
Sin embargo su peso no es más allá del kilo y medio.
En nuestra cabeza ocurre igual: caben obsesiones, fantasías, deseos, rencores, agradecimientos, colores, tanta cosa que no podríamos meter en un camión de mudanzas.
Lo que en nuestra infancia nos hubiese parecido un episodio de ciencia-ficción empieza a ser realismo costumbrista.
La lap materializa todo lo que nos pasa por la cabeza; de este modo entendamos cuando se pone negra su pantalla, por segundos, sin razón aparente; no le es fácil llevarnos a cuestas y necesita sus respiros.

El secreto de la luz

En fotografía si no sabemos manejar la luz, no somos nada.
En decoración, si no podemos desentrañar el sentido de la intimidad a través de las fuentes lumínicas, tendremos espacios anodinos.
En materia de sensaciones, si no logramos asombrarnos de los amaneceres, los ocasos, la oscuridad o su desvelo, difícil succionar con suma fruición los momentos simples.
La luz estará a nuestra espera al final del túnel, ojalá lleguemos pletóricos de ella.

Un lobo adaptado

Las niñas (y niños) ya no corren peligro en los bosques, no existen en su entorno.
Hoy día la amenaza camina sobre el concreto gris.
El lobo que acecha en nuestro tiempo a los pequeños puede tener rostro amable, incluso, dulces en las bolsas.
Un vecino, un familiar, un amigo de la casa; ahí puede estar un lobo, frotándose las manos mientras esconde sus colmillos en las comisuras de sus fauces.
Hay historias que terminan con una nube de aves carroñeras sobrevolando un basurero municipal. No existe imagen más genuina del terror moderno.
Los leñadores no salvan las escenas del ahora; sólo la atención viva de los padres.

De paraísos inimaginados

Paraíso de Gatos, R. Varo, 1955
Pensar en gatos es amar más a los perros. Sin duda. Pensar en gatos, quitando el olor de sus extractos, la temeridad de sus arrebatos, las travesuras en la cocina, es constatar la elegancia de la especie felina; y esa cualidad de ‘caer parados’ ante cualquier situación que admiro e intento seguir. En esta obra, de doña Remedios Varo, yace un humor al servicio de la imaginación; desplazar los humanos, que están olvidando jugar, por eso el paraíso buscado está negado. Remedios se divertía al pintar, al ofrecer escenas extrañas, tan alejadas de la realidad, planteando así un edén en gran parte de su obra. Su imaginario es una expresión viva, reveladora, onírica, un puente que conduce a un mundo inimaginado. Y como decía Bretón ‘sólo lo maravilloso es bello’.

El vaso de agua

Hegel's Holiday René Magritte, 1957
Un vaso de agua representa la transparencia, la actividad, la enfermedad.
En la mesa, su presencia es menos conceptual que orgánica, más apegada a la costumbre  que al ritual.
El vaso de agua que se lleva hasta la mesita de noche se erige como un imponente monumento a la muerte o a la salvación. En medio de la noche, a lo largo de ella, el vaso de agua vela el sueño y su pasaje interior. El resto de los objetos abandonan al ser que duerme o dormitan juntos a la vez que él. Sólo el vaso de agua, al estilo de las palmatorias, queda en plena vigilia, inmóvil y alerta,  a mano de quien padece la pesadilla o el insomnio, la indigestión o la frustración.
La medicina que se acompaña con un vaso de agua tiene un dejo de dique contra la fatalidad.
Así, un simple vaso de agua nos preside, nos atiende o nos disuelve en él.
Visto de este modo, allana, aplaca, lleva la vida líquida a las extrañas.

Extraños en espera


El éxtasis podría tener semejantes ondulaciones a las que Neal Schon le logra sacar a su guitarra.
La voz de Steve Perry, contratenor genial, se incrusta en la piel y la hace trémula.
‘Don't Stop Believing’, un éxito de la década de los 80’, está llamada a ser impronta de una generación pasionaria y gravitatoria.

Extraños en espera/sus sombras se buscan en la noche/ […] viven sólo para encontrar la emoción/ […] en algún lugar de la noche

‘Open Arms’, otro hit de Journey, para acompasar el amor traslúcido.

Vientos

Si hay papeles o envolturas frente a tu puerta; tus labios se sienten resecos; las banderas ondean, las nubes brillan y, la ropa tendida al sol se seca más rápido, no es el aire, es el viento.
Al estar el aire en movimiento, se produce el viento, ese que arranca sombreros, azota puertas, transporta semillas.
Eolo, Zeus Kukulcán Quetzalcóatl, tiene distintos trajes.
También diferentes captaciones: rosa de los vientos, veletas, giraldas anemómetro.
En la escultura, Niké lo describe.
‘After all, tomorrow, is another day’, la frase que condensa «Lo que el viento se llevó».
Horror gótico: ‘Hasta el viento tiene miedo’ (1967).
Hay ‘cazadores del viento’, también, quienes beben los vientos (del otro), se confiesan a los cuatro vientos o, van contra viento y marea. Varios vientos, sirocos o mistrales, también en los adentros humanos.
Con vientos se mueven molinos, barcos, semillas, energías, sentires. También las palabras viajan de norte a sur, y de éste a oeste, como las de Octavio Paz:
«Cantan las hojas/bailan las peras en el peral/gira la rosa/rosa del viento, no del rosal […] Nada soy yo/cuerpo que flota, luz, oleaje/ todo es del viento/ y el viento es aire siempre de viaje».

750.000 anni fa...l'amore?


Una maravilla la voz y entorno de Banco del Mutuo Soccorso; banda italiana de rock progresivo que editó su primer disco en 1972. Música clásica, rock y jazz: fusión que exalta los sentidos. ¡Imperdible!

La magia de la luz


Magritte.“L'Empire des lumières” 1954

Magritte desafía nuestro sentido lógico con esta maravillosa propuesta lumínica. Resulta muy curiosa la profunda oscuridad de bosque, estanque y casa mientras el cielo se presenta claro y luminoso. La bella mansión tiene cerradas sus contraventanas salvo en dos ventanas del primer piso a la izquierda, pero el mayor impacto luminoso corresponde a la farola, que solitaria y aislada, rompe la oscuridad permitiéndonos ver la fachada y su reflejo en el estanque. El cuadro infunde una sensación de misterio y fantasía.

Tercera llamada

Inicio con la pizarra casi blanca: buscar mis blogs predilectos para anclarlos de nuevo; mi perro del día; los colores, el diseño; las funciones de mi predilección; mucho trabajo por delante.
En enero de 2010 inicié la bitácora de 'Meletea de los Vientos' donde me vertía cada vez que me era posible, para dar -y darme- cuenta de mis inquietudes del momento.
Se escapó el blog que se convirtió en parte de mis días, y aunque no me agradó el suceso, asumo lo último que escribí en él, y de nuevo intento seguir la lección de los gatos: ante cualquier embate procurar caer parada.
Empiezo de nuevo a escribir; es el modo que mi ser reconoce como el más fiel a expresarse, sentir, escudriñar y buscar imágenes que hagan acompañamiento.
Algunos descubren en la velocidad su pasión, otros en tocar el sax, componer poemas, subir a la montaña, ver tv, caminar, bordar, y así.
Me gustan las letras, hasta en la sopa, y seguiré desde esta bitácora convocándolas.
Una tercera llamada y comenzamos. Vale.

Meletea de los Vientos... volare da soli

Y un día Meletea de los Vientos simplemente voló.
No sé que pasó; esta mañana intenté darle su sopa de letras y no estaba ni su sombra.
Los post y comentarios de viandantes gentiles, se quedan en el mundo de los algoritmos, como cápsula del tiempo trémula; quizá un día, quizá.
Hemos hecho su epitafio y puesto sus coronas.
Gracias a todos los que la sigueron.