De la música nuestra de cada día

Hubo un tiempo en que seleccionar la música que quería escuchar era sencillo, porque no había mucho para elegir; era buscar entre los discos de vinilo de mis padres, uno que otro propio, sacarlo de la caja y colocar la aguja.
En la época de la cinta o cassette, la radio amplió las opciones, porque era sentarse cerca del aparato y grabar aquellas canciones que agradaban, cuidando que no se colara la voz del locutor ni los anuncios. Luego, escribir en las etiquetas el contenido, que era siempre semejante: "música variada", "romántica", "clásica", "trova", "en inglés" y guardarlos en cajas de zapatos.
Con la llegada del disco compacto, que coincidió con la posibilidad de adquirirlos, llené libreros, repisas y cajones. Tenía temporadas que los escuchaba por género, otras por orden alfabético, país de origen, también sin sistema, como colocar aquellos discos que se habían fugado de sus cajas.
La entrada de dispositivos digitales como mp3, puertos USB y otros artilugios semejantes, me extasió, por la posibilidad de escuchar y portar en un pequeño mecanismo toda la música que tenía en casa, en la oficina, el vehículo, también aquella con la que había soñado y no lograba conseguir en disco compacto, adicionándose la que no conocía; sin embargo, al paso del tiempo, me abrumó un poco, apoderándose de mi el "síndrome del clic", pues estaba escuchando una pieza, y antes que terminara saltaba a la siguiente. Era tanta, que podía hacerlo sin temor a que repitiera en meses.
Recientemente descubrí un nuevo modo de escuchar música.
Se trata de una aplicación gratuita, que además de contar con un banco de música bastante amplio, tiene listas de reproducción para cualquier tarea que se haga o estado de ánimo.
Música para estudiar, cocinar, trabajar, relajarse, planchar, caminar, correr, desaparecer, volar, soñar, pintar, barrer, escribir, viajar, tener sexo, bailar, dormir, meditar, llorar, cenar, despertar, leer, ducharse, motivarse, etc. También para el verano, primavera, navidad, otoño, vacaciones, lunes, sábados, mañanas, tardes, bebés, noches, adultos, elevadores, "ad infinitum".
Es agradable dejarse llevar por la sorpresa que encierra una etiqueta.
No sé cuánto tiempo me dure el interés por Spotify, pero mientras tanto lo disfruto.