Caballos

“El caballo del beduino que se traga soledades. El caballo milagroso de San Jorge, que tritura con sus cascos los dragones infernales. El de César en las Galias. El de Aníbal en los Alpes". [Los caballos de los conquistadores, José Santos Chocano].
También:
Bucéfalo, quien trasladó en su lomo a quien dirigió las batallas que expandieron el imperio griego hasta Egipto y la frontera con la India.
Babieca, el héroe. Cuando el cuerpo sin vida del Cid, fue atado a su silla, Babieca, a todo galope marchó frente a las tropas del Cid, levantando la moral de los soldados y amedrentando a los moros.
Marengo, el corcel más conocido del Emperador Napoleón. 
El mítico Pegaso. “Aquello que el hombre jura que no puede ser realizado, no debe ser esperado. El poder en alto lo pondrá en sus manos con facilidad.” 
Los caballos siempre acompañado al ser humano: campos de batalla, sierras, hondonadas, hipódromos, campos de cultivo.
Hubo quien ofrecía su reino por un caballo, otro de madera sirvió para conquistar la ciudad de Troya, otro tipo de caballos han estado saltando por siglos en el tablero sorprendiendo por su peculiar movimiento al contrincante. Incluso, los caballeros deben su mote a los caballos, que en el medioevo poseerlos y montarlos con hidalguía significaba  honor y respeto.
La nobleza de este animal, su belleza, la ayuda que le han prestado al ser humano, hacen pensar que el caballo constituye uno de los arquetipos fundamentales que la humanidad ha escrito en su memoria.