Vía láctea

Puedo sentirte lleno de constelaciones en tu infinito, queriendo formar una vía láctea que ambos bebamos.
Puedo oler tu filo y reposo, que no olvida el sabor que genera la degustación de nuestras ansias.
Escucho los pasos en tu plexo solar, cómo se istman las pausas y los silencios.
Esa media sonrisa tuya, haciéndome creer que no te interrumpo, cuando los hilos del tema que trabajas se enroscan, creando esos continuos espacios para que me pose con todo y mis suspiros y aros, pasándome la mano por los labios, que se entreabren cada vez que te acercas.