La democracia se ejerce, aconsejan.
La libertad de decisión se plasma, dicen.
Derecho y obligación de votar, está escrito.
Mi corazón está en la izquierda del cuerpo,
se lamenta no coincidir, esta vez, con la opción política de la boleta.
En el centro, el alma, que no encuentra cobijo con la propuesta.
Con la derecha escribo, aunque tampoco es guía de inclinación ideológica.
Cuando el sufragio ha de ejercerse, ante un panorama desolado,
donde la realidad dice 'determinarse por lo menos peor',
me pregunto si la democracia era esto.
Buscaré la credencial e iré a la casilla,
solo para no sumarme a la apatía de la abstención.
solo para no sumarme a la apatía de la abstención.
Estando en el cubículo, llegará la decisión.
Ojalá.