De paraísos inimaginados

Paraíso de Gatos, R. Varo, 1955
Pensar en gatos es amar más a los perros. Sin duda. Pensar en gatos, quitando el olor de sus extractos, la temeridad de sus arrebatos, las travesuras en la cocina, es constatar la elegancia de la especie felina; y esa cualidad de ‘caer parados’ ante cualquier situación que admiro e intento seguir. En esta obra, de doña Remedios Varo, yace un humor al servicio de la imaginación; desplazar los humanos, que están olvidando jugar, por eso el paraíso buscado está negado. Remedios se divertía al pintar, al ofrecer escenas extrañas, tan alejadas de la realidad, planteando así un edén en gran parte de su obra. Su imaginario es una expresión viva, reveladora, onírica, un puente que conduce a un mundo inimaginado. Y como decía Bretón ‘sólo lo maravilloso es bello’.