Justificaciones

Justificamos para que la consciencia pueda respirar.
Se justifica al otro en razón a la necesidad que cubre.
Cierto que hay múltiples circunstancias que deben analizarse al calificar la conducta del otro; ese análisis es sensato, pero qué hay cuando ninguna razón argumenta un comportamiento dañoso.
Simple: no se justifica.
Al no justificarse, se centra, se alinea a la izquierda, a la derecha, qué importa el lugar, la idea es no dejar que ocurra de nuevo.
Las personas que actúan sin justificación tendrán un lugar ardiente en el infierno: tercer recinto, noveno círculo.
Mientras llegan, será la consciencia su área de castigo (dixit Valdano).