Década 1. Siglo XXI.

La primera década del siglo XXI a días de bajar la cortina.
Transitamos de un siglo a otro con gran estridencia: muchas expectativas del tiempo por venir. A diez años ¿estamos igual, peor o mejor?
Este tiempo se identifica con la implantación de la fase absoluta de la globalización.  Nos ha quedado claro que el ámbito no es sólo de tipo económico, está inevitablemente ligado a fenómenos tales como la desaparición de las fronteras geopolíticas y la disipación de las barreras culturales que, hasta la aparición del internet, eran claramente definibles.
Recién estrenado el siglo ocurren los atentados del 11 de septiembre de 2001, que causaron la muerte a cerca de 3000 personas y heridas a otras 6000, así como la destrucción del entorno del World Trade Center en Nueva York y graves daños en el Pentágono en el Estado de Virginia; episodio vinculado a la guerra de Afganistán. El mundo, al día siguiente, jamás fue el mismo.
En 2004 otro acto terrorista en los trenes de la red de cercanías de Madrid, España pusieron al mundo de luto. La sentencia de la Audiencia Nacional atribuyó su autoría a miembros de células o grupos terroristas de tipo yihadista.
La debacle económica, originada en Estados Unidos, sentó sus reales en todo el mundo. Entre los principales factores de la crisis estarían los altos precios de las materias primas, la sobrevalorización del producto, una crisis alimentaria mundial, una elevada inflación planetaria y la amenaza de una recesión en todo el mundo, así como una crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados.
El cambio climático fue tomado en serio, por primera vez hay una consciencia pública general sobre un peligro de nivel mundial.
Las consecuencias del deterioro ambiental originaron grandes tragedias, como el tsunami de Asia que dejó 225,000 muertos; en México: Tabasco, Veracruz, Michoacán, Quintana Roo, por nombrar algunos sitios castigados por el clima alterado por todos nosotros.
Plagas extendieron su manto sobre el mundo: el SIDA, el SARS, las gripes aviar y porcina y el virus H1N1. La respuesta mundial para paliarlas fue bien llevada.
Wikileaks enseñó la lección: el mundo es una coladera.
Los grupos criminales han mostrado las cuarteaduras del sistema: incontenibles ante la falta de unidad.
China muestra que la calidad no es lo suyo, pero vende.
En el rubro de familia, la diversidad y apertura social caracterizó el decenio. En materia de violencia familiar se tolera menos, lo que permite un ejercicio de la dignidad, principalmente en mujeres, más pleno.
En factor de tecnología, la década fue pletórica; las comunicaciones se vieron altamente favorecidas, hay tanto artilugio que deja a los sueños en asombro; las redes sociales han posibilitado la fuerza de la unión de voces a modo de un periodismo ciudadano; lo digital es un símbolo de nuestro tiempo.
En salud los grandes avances científicos devuelven el hálito a millones de personas alrededor del mundo. En esta década la ciencia hizo posible que se viera luz al final del túnel en lo que se refiere al cáncer, principalmente.
En materia de estética, la ciencia ha contribuido a reforzar la confianza a mujeres y hombres incómodos con sus cuerpos y rostros. Estados Unidos, México,  Argentina y España son países donde la gente muestra peculiar deseo de lucir joven.
La línea de la decoración encuentra en este decenio el interiorismo ‘low cost’, colorido, accesible a todos los bolsillos y adaptado a espacios reducidos.
El entretenimiento se centra en la música en formato digital; la música en directo al alza. En literatura triunfan los best-seller conspiratorio-históricos, detectivescos o juveniles. El sector audiovisual se ha escindido en dos vertientes muy diferentes. Las grandes superproducciones llenas de efectos especiales y en tres dimensiones han conquistado la pantalla grande, mientras las series de alta calidad han sido las grandes protagonistas de la televisión.
Un mundo líquido, sugiere Zygmunt Bauman. Un mundo plano, apunta Friedman.
Un tiempo despeinado, concluyo. De hecho, no tenemos la certeza si la década termina en 2010 o fue el año anterior.
Pero seguimos acá, con el espíritu entero que apunta a ‘otro mundo es posible’. Es bastante.

(Último artículo de 2010, publicado el jueves 16 de diciembre, La Voz de Michoacán)